El Arbol ( Reflexion )
A veces me gusta jugar a ser quien no soy en realidad y de esa manera trato de entender el equilibrio entre la naturaleza y los seres que nos rodean, hoy quise ser un árbol, tenemos tantas cosas en común:
“Hablaré con el corazón abierto en palabra de voluntad y razón de sentimiento. Soy semilla fecundada que yace dentro de un vientre de la madre tierra, crezco y florezco, acobijado por días soleados y cientos de noches estrelladas y lunas llenas. Me refresca el viento y la lluvia y disfruto de los paisaje que me rodean, tengo hermanos y amigos visitantes pasajeros que descansan y disfrutan en mi regazo acobijados por la fresca sombra, tengo el don de la reproducción y en mi han florecido frutos hermosos hijos míos amados que pronto tendrán que partir para arraigar sus propias raíces, quizás no cerca de mi como desearía. Al igual que otros arboles hemos sido testigos de los cambios que ocurren a nuestro alrededor, pasajero constante de los viajes infinitos de primaveras y otoños, soy vecino de este mundo al cual vine a cumplir mi misión, el tiempo no pasa en balde, mis hojas no son tan tupidas y verdes como en antaño, mis ramas ya no son tan fuertes y tarde o temprano tendré que partir pero llevo lleno mi corazón de infinitas alegrías, tuve que aprender del equilibrio de la vida y darle peso mayor a las pequeñas cosas que nos hacen felices y sé que al final del tiempo mi ser abonara mi tierra querida para dar paso a otras generaciones, viviendo sus propios otoños y sus propias noches de luna llena.”