Por ti, yo deje de pensar en el mar , por ti yo deje de fijarme en el cielo, por ti me ha dado por llorar como el mar, me he puesto a sollozar como el cielo me ha dado por llorar. Por ti, la ternura se niega conmigo, por ti, la amargura me sigue y la sigo, por ti, me estoy volviendo loco de celos, se vuelven contra mi mis anhelos, se vuelven contra mi. Por ti, la vida se me ha vuelto un infierno por ti, estoy muerto de amor tan enfermo, por ti, se han vuelto llaga el sol y el dolor se han vuelto mal la flor y el amor se ha vuelto mal la flor. Por ti el mar es la locura del cielo por ti, el llanto es una llaga de celos por ti, el dolor es el sol sin la flor el infierno es amor tan eterno el infierno es amor.
A lo largo de mis treinta ocho años de existencia llego a la conclusión que disfrutamos la vida de una manera muy distinta a años anteriores. Nos volvemos más sensibles de todo lo que nos rodea y empezamos a percibir con más detalles las pequeñas cosas que nos rodean, es como si nuestra mente se abriera paso en la obscuridad en la que muchas veces y de manera indistinta vivimos el día a día. Alguien dijo que la vida es una lucha continua, yo estoy en desacuerdo. Nos encontramos muy distraidos de la vida y a veces la juzgamos de manera muy imparcial. El éxito para ser feliz radica en hacer lo que a uno realmente le gusta hacer, aquel que lo logra esta infinitamente condenado a ser feliz y estará bendecido para alcanzar el éxito, el cual llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la misma que me motiva a compartir con ustedes este sitio, el cual refleja en gran medida un poco de lo que disfruto y hago con mucho gusto. Otoño del 2006. Ruben Leo
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